La jugadora
Ese día nos tocaba un partido super importante con los del otro barrio y nos faltaba un jugador.
-Hola¿ puedo jugar? -dijo María entusiasmada.
Todos nos quedamos boquiabiertos…
-Sí, claro ,le dije, pensando en que era una última opción .
-¡Es una chica! No sabe jugar ... dijo el arquero.
-No perdemos nada, aparte podemos jugar otro partido la semana que viene .
Ese día perdimos por goleada. María metió un gol… pero en contra, el mejor gol en contra que había visto en mi vida. La semana siguiente ganamos nosotros por un gol arriba, pero desde ese día María y yo somos muy unidos y siempre que se pueda la llamo para jugar con nosotros
Fabricio De Jesús 6to 1ra
Máscaras perfectas
Camino entre tumultos de carne de diseñador, con perfectas máscaras de porcelana a la medida, miro el plástico luciendo lo último de la temporada, nada que no haya visto antes, nada que no haya querido tener, no soy lo que quieren, no soy lo que esperan , pero aun así me necesitan, para comparar su grandeza con mi miseria. Lo que no saben es que no quiero pertenecer a ese altar de mentiras.
Plástico, cables, chips, memorias y baterías, con eso nos conformamos, con eso nos insultamos, con eso nos sentimos poderosos, nos conformamos, inhibiendo e ignorando todo el daño que llevábamos bajo nuestros pies, sangre, dolor, desolación de criaturas más humanas e inocentes que cualquiera de estos maniquíes a los que llamamos personas.
Algunos prefieren hotdog, otros pizza, otros queso, pollo y pasta, otros nueces. Estamos llenos hipocresía y negligencia, nos acostumbramos a no preguntar, a ser obedientes ante la opresión de los superiores.
Qué ironía que la misma tierra que pisamos y creemos inferior nos de la cachetada de cruda realidad que necesitamos, nos quitaron la venda de los ojos.
Brisa Agostina Meza 6to 2da
Restrición
Ni al despertar ni en el atardecer logro verte. De lunes a sábado tu ausencia hace presencia pese a que no lo deseas. La única vez que estas es cuando colocas el plato de comida sobre la mesa por el que tanto trabajaste, concilias el sueño y vuelves a la vieja expresión del pan nuestro de cada día. Pero el domingo estaré esperando el amor, esperando a que el amor llegue.
Sharon Binder 6to 3ra
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