En la sociedad del siglo XXI, mediada por los avances tecnológicos y la información, los individuos nos vinculamos a través de medios reales (en este tiempo de pandemia, no) como virtuales. Es común que tanto adultos como niños elijamos los mundos virtuales para relacionarnos con pares, estableciendo relaciones de corto, mediano y largo plazo y cuan fácil podemos hacerlo sin sentirnos expuestos. Una experiencia que por necesidad tuvimos que enfrentar la mayoría de los adultos que trabajamos en la docencia, con la ayuda indispensable de hijos y nietos. Siempre atentos al celular y a la computadora, se nos pasan las horas, los días y los meses con la ilusión de que muy pronto podamos retornar a las aulas.
Pero ¿cómo nos afectan todos estos nuevos modos de vincularnos? ¿qué pasa con la construcción de nuestra propia mirada hacia el otro? ¿en qué medida estos nuevos espacios nos están condicionando?
Ojalá estas preguntas actúen como disparador para un lindo debate en el Alta Data 93, y felicitaciones a quienes tuvieron la hermosa idea de crear el diario.
Profesor: Viviani
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